viernes, 13 de abril de 2007

PASANDO LA PRUEBA PARA ENTRAR A UNA NUEVA DIMENSION

Predicación: Miércoles 11 de Abril de 2007. Pastor Fernando Martínez

4 Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;
5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,
Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
6 Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
(Hebreos 12:4-11)


12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
(Santiago 1: 12-14)




La disciplina de Dios no es castigo físico, es reprensión y exhortación poderosa que siempre nos enseña algo.




La tentación para cometer pecado no viene de Dios, viene del diablo, el pecado ofende a Dios y contrista al Espíritu Santo que mora en los hijos de Dios. LA PRUEBA VIENE DE DIOS:

1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo
(Mateo 4:1)

8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios
(1 Juan 3: 8-9)

Job, era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Era un hombre inmensamente rico y todo cuanto tenía venía de Dios:

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6 Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.
7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella.
8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?
9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?
10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.
11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová

(Job 1: 6-12)

En este pasaje bíblico, no es Satanás quien tienta a Dios, el diablo pone delante del hombre las tentaciones porque Dios se lo permite. En este caso es Dios quien permite a Satanás que tome posesión de lo que tenía Job.

Llegada la prueba de Dios, Job maldice el día en que nació y se lamenta de su situación, no obstante, no vociferó contra Dios tal como Satanás quería.

Job se justificaba ante Dios y le reclamaba por su desgracia; Job tenía un conocimiento superficial de Dios, y Jehová convence a Job se su ignorancia y le da manifestaciones de su poder, haciéndole preguntas que le eran imposibles de contestarle porque habían de discernirse en el espíritu y en la sabiduría de Dios. (Job 38, 39, 40 y 41).

Job no entendía que era una prueba de Dios, porque el ser humano no puede entender por si mismo los propósitos y los anhelos de Dios.

UNA ACTITUD NEGATIVA PROLONGA LA PRUEBA, ¿Porqué entonces Dios llevó al pueblo de Israel cuarenta años por el desierto, si lo había podido llevar en unos pocos meses a la tierra prometida?

El pueblo de Israel, a pesar de haber visto la gloria de Dios y todo lo que había sucedido con los Egipcios, fueron perversos y murmuraron contra Dios, quisieron apedrear al siervo de Dios y anhelaron volver a la esclavitud en Egipto de donde Dios los había sacado con mano poderosa.

Las cuarenta y dos jornadas del pueblo de Israel en el desierto, NOS ENSEÑA que los procesos de Dios son lentos, que Dios no anda a prisa y la duración de la prueba depende de la actitud que asumamos frente a los procesos de Dios en nuestras vidas.



“LA ACTITUD NUESTRA EN LA PRUEBA DEBE SER DE HUMILDAD Y DE SUMO GOZO”


Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano
(1 Corintios 15:58)

12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

(Filipenses 3: 12-14)

Estar asido es estar aferrado, porque Dios obra a través del tiempo…su palabra dice:

He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad
(Isaías 43: 19)


DIOS TIENE UN PROPÓSITO, UN LUGAR Y UN TIEMPO PARA BENDECIRTE!!

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